miércoles, 25 de enero de 2012

La agricultura ecológica

En este tipo de agricultura los productos no son tratados con insecticidas ni fertilizantes artificiales, siendo lo más respetuosa posible con el medio ambiente al no dañar las tierras de cultivo, ya que se conserva  el suelo con las artes tradicionales del campo.


 Además, los propios agricultores se hacen cargo de la venta directa  al consumidor sin intermediarios ni transportes, lo que redunda en un desarrollo de la agricultura y ganadería de la zona. En la comunidad de Madrid hay varias cooperativas que trabajan de esta forma; eso sí, hay que consumir lo que se necesita en un tiempo prudencial, ya que al no llevar productos químicos estos alimentos se deterioran  rápidamente.
 

Aquí en nuestro cole, el comedor del centro ha participado en un proyecto por el que vuestros hijos han ido degustando fruta obtenida de esta forma. El producto es algo más caro pero el sabor y la composición es más sabrosa (tienen más pulpa y vitaminas). También se ha estado cuidando un semillero de habas, regado periódicamente con fertilizantes naturales por el personal de cocina, que está expuesto en el hall del cole. Finalmente, aquellos que lo han querido se han llevado una planta para su casa del mismo.
 


Además la asociación ecologista “Amigos de la tierra” invitó a alumnos del colegio a visitar in situ algunos de estos cultivos y su lugar de almacenamiento. Así, el mes pasado, los alumnos de quinto de primaria y sus profes realizamos una excursión a unos cultivos en Velilla de San Antonio donde unos monitores (y agricultores) les explicaron algunas técnicas y herramientas utilizadas como la rotación de cultivos y el descanso de la tierra, el riego por goteo, hacer los surcos de plantación poco profundos, los mini-invernaderos,  utilizar plástico de fécula biodegradable,…


Y, como no, estando en el campo reconocimos algunas frutas y verduras y las plantas donde nacen; sin olvidarnos del oliente y antiestético abono pero que es imprescindible para que el campo y las plantas den unos frutos sabrosísimos.


Para finalizar, en la nave de almacenamiento nos explicaron como recogían y vendían las frutas y verduras y, dado que era tiempo de recoger calabazas, tuvimos curiosidad por ver las más grandes y las más pequeñas que había en ese momento en la nave.



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